Imagen: mariamayor.files.wordpress.com |
A mí me gustaba primero porque, como a todos los chavales de mi edad por aquel entonces, nos daban las vacaciones y ya se podía empezar a salir un poco a la calle porque el tiempo mejoraba. Y también porque iba a mi pueblo, donde había (y sigue habiendo) unas preciosas procesiones. Que si bien puedes creer -o no- en lo que se muestran en esos pasos, no se puede negar que son verdaderas obras de arte. La imaginería no es sólo escultura en madera, sino también pintura. por lo tanto es un doble esfuerzo ya que no sólo es hacer una escultura que muetre un cuerpo humano más o menos proporcionado, sino también pintarlos de forma realista.
Esto es todo. Dejo aquí otra canción de otro artistazo que le dedicó a la semana santa sus minutos de reconocimiento a la Semana Santa y a sus himnos, las Saetas.
Y otro de regalo. Una saeta de las de verdad. De las que hay que "tenerlos cuadrados" para llegar a algunos tonos. De la Semana Santa de mi pueblo.
Saludos a todos.
4 comentarios:
A mi la Semana Santa siempre me ha conmovido. Vengo de una tierra -la cartagenera- muy "semana santera", donde creyentes y no creyentes consideran esa semana como una de sus señas de identidad.
Ver y escuchar a esos cantantes de saetas, ver a mujeres y hombres llorando de la emoción cuando entonan la Salve o cualquier cántico a alguno de los tronos, ver la implicación de los militares, de los mineros, de los pescadores, de las cofradías de mujeres y de jóvenes, etc., es algo que siempre me ha conmovido y que me lleva a preguntarme si verdaderamente hay algo en lo que creer o es todo pura invención para aplacar nuestra incertidumbre sobre dónde acabaremos cuando muramos.
Y aun me sigo haciendo la pregunta.
Un abrazo¡
Sólo hay dos cosas inevitables en esta vida. La muerte y pagar impuestos.
Un abrazo!
A mí la Semana Santa no me gusta nada. Antes al menos tenía vacaciones, pero ahora ni eso. Las procesiones no me gustan. Pero te repeto...¡jeje!
Pásate por mi blog que ya he escrito la crónica del finde.
A mí la Semana Santa no me gusta nada. Antes al menos tenía vacaciones, pero ahora ni eso. Las procesiones no me gustan. Pero te repeto...¡jeje!
Pásate por mi blog que ya he escrito la crónica del finde.
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