Sin (¿nada que contar?)

Imagen: blog-es.hostelbookers.com

No se me ocurría titular de otra manera esto. Han pasado tantas cosas a mi alrededor estos últimos días que estoy  sin ideas. Mis neuronas han hecho huelga a la japonesa. Han pensado tanto que han bloqueado la producción de ideas, mis horas de sueño y hasta mi salud. Y ese bloqueo productivo se ve reflejado aquí.



Me he dicho esta semana "Joder, con la racha tan buena que llevabas, y estos días no sé qué contar". A lo mejor es que a veces la gente no tiene nada que contar. Quizá la gente en algún momento tiene tantas cosas en la cabeza que no sabe ni por donde empezar a contarlas. Por el principio, ¿no? Pero ¿Cuál es el principio?  ¿El que yo elija? ¿Y cuál elijo? No tengo ni idea y con esto podría volver al principio de esta entrada y así continuamente.

El otro día me dijo un amigo "Bienvenido al club. Ya eres bloguero". Me recordó a una peli de vaqueros que vi hace tantos años que ni recuerdo como se titula (probablemente de John Wayne). Había una escena en que un chico de no más de 18 años mataba a otro desde lo alto de un peñón de un disparo de su rifle, y tras eso empezaba a llorar. Y entonces el que quizá fuese John Wayne le dice "Es normal chico. Ha sido el primero. A partir de ahora dejarán de hacerte llorar". Esto no ha sido para tanto como para echarse a llorar, pero uno se queda un poco extrañado. Confuso.

Le conté esta ausencia de ideas en la cabeza a otro amigo y me dice "Entonces tienes una idea que contar. Cuenta que no tienes ideas". "Su puta calavera", me dije. Me recordó al "Sólo sé que no se nada", con lo que ya sabes algo. Y ya tienes algo que contar, ¿no?

Total. Que estaba en plan "no sé qué contar" y bueno, algo he dicho. Y encima hasta me siento mejor.

Nos vemos.